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Enrique Soro Barriga (1884-1954)

Enrique Soro, figura influyente en el ambiente musical chileno, recibió las primeras lecciones de música de su padre, José Soro Sforza, compositor italiano establecido en Concepción en 1875. Luego de vivir su infancia en Chile, Enrique Soro se perfeccionó en Italia, en el Conservatorio de Milán, donde recibió reconocimientos por su labor como compositor, ganando entre otros, el Gran Premio de Composición en 1904. Uno de los aportes de Soro a su vuelta al país, fue su esfuerzo por no reproducir la música operística de moda, intentando cultivar un estilo orientado hacia la música de cámara y sinfónica con un fuerte cariz romántico y post romántico.

En 1906 se convirtió en profesor de armonía y contrapunto del Conservatorio Nacional de Música, llegando a ser su subdirector en 1907 y luego en 1919, director, profesor de composición y profesor de piano. Fue profesor de Domingo Santa Cruz, Adolfo Allende, Nino Marcelli, Héctor Melo, Juan Casanova y Roberto Puelma; todas personalidades relevantes del mundo musical nacional. Estrenó y presentó sus obras en Europa, Estados Unidos y América Latina; grabó rollos matrices para la Aeolian Company, discos para Columbia y consiguió, incluso, un contrato por 50 años con la casa editora Schrimer, una de las más prestigiosas del siglo XX.

Reconocido como un gran improvisador en el piano, estuvo vinculado con grandes personalidades de la época, como Vincent D'Indy, Pietro Mascagni, Camile Saint-Saens, Ignace Paderewsky, Paul Casals, Giacomo Puccini y Maurice Ravel, entre otros. Sus honores, cargos y premios fueron múltiples, entre los que destacan el de vice-presidente de la Sociedad de Compositores Chilenos, la Medalla de Oro por el Himno Centenario a Chile (1910), el nombramiento como miembro de la Sociedad de Compositores de París (1922) y el Premio Nacional de Arte mención Música, en 1948.

Desde el punto de vista musical, su obra se entronca en la tradición clásico-romántica, con un reconocido estilo sumergido en las formas clásicas, pleno de un sentido lírico espontáneo. La investigadora Raquel Barros reconoce dos períodos en su obra: desde sus inicios hasta 1911, período de inicio, y, posteriormente, desde 1911 hasta su muerte, período de madurez.

Entre sus obras más conocidas, destaca el Concierto para piano y orquesta en Re Mayor (1919), obra que acusa particular influencia de la música romántica del compositor ruso Piotr I. Tchaikowsky.