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Thomas Cavendish

Thomas Cavendish (1555-1592) provenía de una noble y adinerada familia de Inglaterra. Sin embargo, su carácter impulsivo y aventurero le llevó a perder el capital heredado. En un intento por rehacer su riqueza decidió seguir los afortunados pasos de su compatriota Francis Drake. En 1586, Cavendish zarpó del puerto de Plymouth al mando de una expedición con patente de corso, es decir, con la venia de la corona inglesa.

Pero Cavendish no tuvo la misma suerte de Drake. Cuando cruzó el Estrecho de Magallanes, divisó las ruinas de la ciudad de Rey Don Felipe, de las cuales rescató a un sobreviviente, quien más adelante se escapó y dio la voz de alarma a las autoridades del Reino de Chile.

Cavendish siguió rumbo al Norte; intentó asaltar el puerto de Quintero, sin mayores resultados, por lo cual debió permanecer allí fondedado durante diez días; continuó viaje hacia el Perú, después México y luego Filipinas. En aquellos lugares logró capturar excelentes botines.

Volvió a su tierra natal como un hombre rico; sin embargo, su sed de aventuras le llevaron nuevamente a dilapidar su fortuna.

La muerte lo sorprendió organizando una segunda expedición.