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Puente de Cal y Canto

El Puente de Cal y Canto fue una de las obras de ingeniería más complejas realizadas en el Santiago colonial. Los trabajos, dirigidos férreamente por el Corregidor Zañartu, fueron realizados por los presos de la ciudad y lograron ser concluidos en 1782, emplazándose en lo que hoy es aproximadamente el puente de los carros y la calle Puente. La obra resistió los embates del río durante más de cien años -como por ejemplo el violento temporal de 1783- pero al empezar la canalización en 1888, se intervinieron algunas de sus partes, produciendo su derrumbe durante una crecida del río en agosto del mismo año. El hecho provocó la molestia de la sociedad santiaguina en general, y chimbera y recoletana en particular, que veían en el viejo puente un patrimonio urbano que aún les resultaba útil.