Su gran dimensión se alcanzaba, ya fuera por medio de muchas enaguas o más tarde con la jaula de crinolina, de acero flexible, que permitía a la mujer mover las piernas con libertad bajo las faldas. En un principio se usó el círculo perfecto que más tarde evolucionó hacia atrás. En las últimas décadas, se impuso la media crinolina, el frente recto y todo hacia atrás, muchas veces con cola alargada. En este período se buscó, más que en otros momentos de la historia, la diferenciación de la indumentaria entre los dos sexos. Así como esta moda, hubo corsés y otros elementos que implicaban gran incomodidad para la mujer e incluso problemas de salud, ante los cuales se produjeron diferentes reacciones en Europa y Norteamérica. Un ejemplo de ellos fue el que se generó hacia la década del 80 en Europa, que se llamó "Movimiento del Traje Racional", y que buscaba terminar con los elementos de moda nocivos para la salud, como el corsé y las prendas rellenas.