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El Ferrocarril (1855-1910)

Este periódico, fundado en 1855 por su editor Juan Pablo Urzúa, quien lo dirigió hasta 1890, surgió para apoyar la administración de Manuel Montt (1851-1861). En él participaron algunos de los principales actores de la vida pública. Al año de su creación, llevó a sus páginas la "cuestión del sacristán", lo que enfrentó a sus redactores con las opiniones de la Iglesia vertidas en La Revista Católica. Su posición frente a la curia, en adelante, lo haría enfrentarse con frecuencia a otras publicaciones católicas como El Estandarte Católico.

Su redactor de editorial fue Ramón Sotomayor Valdés, quien defendió los intereses del gobierno frente a los eclesiásticos y, su sucesor, Justo Arteaga Alemparte le dio una línea flexible y antisectaria. Otro colaborador asiduo fue Vicente Reyes Palazuelos, autor de la sección "Revistas Semanales", Benjamín Vicuña Mackenna, Miguel Luis Amunátegui, Isidoro Errázuriz, Enrique Espínola y José Victorino Lastarria.

En la década de 1870 era el diario de mayor circulación del país. En 1902 fue traspasado a un grupo capitalista encabezado por José Pedro Alessandri, quien lo revendió, desapareciendo 56 años después de su primera publicación.