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Polémica y rupturista

La personalidad irreverente y desmitificadora de Stella Díaz Varín siempre la precedió. A pesar de su calidad poética, fue siempre comentada por las anécdotas que compartió con los escritores de su tiempo. Dueña de una vida intensa, de carácter fuerte y juicios directos, participó de la bohemia capitalina y de los círculos culturales de la época con gran entusiasmo. Al mismo tiempo fue una activa militante del Partido Comunista, de la Alianza de Intelectuales -de la que fue explusada "por espía"-, y miembro de la Sociedad de Escritores de Chile. El documental La colorina (2008), dirigido por Fernando Guzzoni y Werner Giesen da cuenta de la irreverencia y radicalidad que marcó la vida de Stella hasta su muerte.

Sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones en que desarrolló su oficio, Stella Díaz Varín mantiene su actitud frente a la vida y la creación, como lo evidencia una de las numerosas entrevistas que ha concedido: "No soy una vieja melancólica, no extraño nada, todo me asombra. Me asombra que la gente todavía pueda seguir existiendo y viviendo su tiempo. Pero mientras el poeta o el creador no asuma su tiempo nunca va a trascender como creador. No importa el poeta o el creador unipersonal, sino que es todo un conglomerado de gente que hace una época" (Burgueño, Carolina. "En este país sobra la estupidez", El Mercurio, Valparaíso, 25 de marzo, 1999.)