Tal como nos explica la autora: "hay que señalar que una diferencia muy notoria que se daba entre la agricultura de la Zona Central y la Austral es que la primera de ellas se fundamentó en el sistema de la "Hacienda". En el centro era común encontrar fincas agrícolas de gran tamaño, generalmente con una explotación de carácter latifundista y con un patrón ausente que delegaba las principales tareas a sus trabajadores. Ello situaba al propietario dentro de una tupida red de relaciones de sumisión, respeto y temor en su contacto con empleados, trabajadores e inquilinos. Bajo esta sociedad profundamente desigual fue cómo se constituyó la propiedad de la tierra en la Zona Central", sumando que al contrario "la agricultura austral de principios del siglo XX fue la única del territorio chileno continental que surgió ajena a la influencia latifundista hacendal de la zona central".

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