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Matías Cousiño Jorquera (1810-1863)

Matías Cousiño Jorquera nació en Santiago, en el sector de Renca, el 23 de febrero de 1810 en el seno de la familia criollo comerciante conformada por José Agustín Cousiño y Zapata y Josefa de Arqueros y Alfaro.

Durante la Guerra de Independencia la familia Cousiño perdió gran parte de su fortuna, lo que obligó a José Agustín Cousiño a buscar empleo en alguna repartición estatal. Así, luego de trasladarse a Valparaíso, junto a su hijo Matías ingresaron a trabajar como empleados de la Oficina de Correos de esa ciudad. En la década de 1830 se casó con Loreto Squella Lopetegui, con quien tuvo a su primer hijo y posterior socio de negocios y heredero, Luis Cousiño Squella (1835-1873).

Luego de la muerte de su esposa, Matías Cousiño junto a su hijo se trasladaron a la provincia de Colchagua, donde comenzó un pequeño negocio de venta de ganado tanto en Chile como en Argentina. Debido al lento crecimiento de esa actividad, Cousiño decidió trasladarse en 1837 a Copiapó, para probar suerte en la incipiente minería en el desierto de Atacama, donde se empleó bajo las ordenes de Ramón Goyenechea (1793-1840) y Miguel Gallo Vergara (1793-1853), empresarios dueños de la compañía minera Descubridora, dedicada a la minería de plata y ubicada en el mineral de Chañarcillo, y llegó a convertirse en gerente y administrador (Nazer, Juan Ricardo; Llorca Jaña, Manuel y Navarrete Montalvo, Juan. "The Cousiño-Goyenechea Family (1810-1940): Rise and fall of a chilean family business". Revista Atenea, número 516, 2017, p. 53-54).

En 1841, Matías Cousiño contrajo matrimonio en 1847 con María de la Luz Gallo de Goyenechea, viuda de Ramón Goyenechea, quien falleció en 1840. A través de ese matrimonio, María de la Luz Gallo traspasó sus derechos de herencia a Cousiño, lo que le permitió a este ser dueño, administrador y tener a su disposición los capitales y la fortuna que la familia Goyenechea formó a partir de la explotación minera y su comercialización. Las empresas y haciendas Goyenechea fueron administradas por Cousiño hasta que el hijo mayor de María Luz, Emeterio Goyenechea, cumplió la mayoría de edad en 1855.

Posteriormente, Cousiño decidió seguir con la reinversión de capitales y los negocios familiares en Valparaíso, donde diversificó las actividades comerciales y financieras de los Cousiño-Goyenechea. Desde la ciudad-puerto, capital financiera del país, decidió invertir en la producción y exportación de trigo y harina a los crecientes mercados de California y Australia, aprovechando la producción de las haciendas que la familia poseía en la zona central y la "fiebre del oro" que generó la necesidad de abastecimiento en el extranjero. Las ganancias de ese negocio le permitieron incrementar las tierras bajo dominio familiar, sobre todo en los alrededores de Santiago, Los Andes, Melipilla, Rancagua y Quillota.

Junto con la anterior, realizó inversiones en otras áreas de la economía nacional y puso especial énfasis en la inversión de los transportes, sobre todo el transporte minero, lo que lo llevó a ser uno de los principales aportadores de capital en la Empresa de Ferrocarriles de Copiapó (1849), en la construcción del ferrocarril de Santiago a Valparaíso (1852) y el ferrocarril hacia el Sur (1855). También realizó inversiones financieras en el Banco de Depósitos y Descuentos de Valparaíso y en la empresa financiera "Bezanilla, Maclure y Cía.", en la Compañía Chilena de Seguros y en la Sociedad Chilena de Fundiciones, en el mercado inmobiliario en Santiago y Valparaíso y en la minería de oro. Sin embargo, su inversión más relevante fue la realizada a través de la "Cousiño Garland & Co.", empresa creada para la explotación de carbón mineral en el sur de Chile, principalmente en el golfo de Arauco. Esta decisión de Cousiño fue arriesgada, puesto que debió competir con el carbón británico, favorito entre los mercados industriales de Europa y Norteamérica, por lo que los primeros años de producción fueron dificultosos.

Sin embargo, la familia Cousiño invirtió en el desarrollo de ese polo productivo con la inserción de maquinaria de extracción, líneas férreas fuera y al interior de las minas, bombas para introducir o sacar agua, entre otras innovaciones tecnológicas. Consolidada la producción de carbón, Cousiño desarrollo su afición por la política, se trasladó a Santiago y fue electo senador y diputado en dos ocasiones. Esto le permitió a su hijo, Luis Cousiño Squella (1835-1873), quien se casó con su hermanastra Isidora Goyenechea Gallo (1836-1898) y se hizo cargo de los negocios familiares.

El primer movimiento comercial de Luis fue la creación de la compañía "Cousiño & Son", con la que adquirió todos los derechos que tenía los socios de Matías Cousiño en la empresa carbonífera, la que pasó a denominarse Compañía Minera de Lota y Coronel. Con el beneplácito de su padre, Luis invirtió en la expansión carbonífera en Lota y Coronel, en la ampliación de los muelles, en la compra de barcos a vapor, entre otras faenas relacionadas a la extracción y comercialización del carbón. Por otro lado, invirtió también en el desarrollo de fundiciones de cobre, con la ventaja de que podía utilizar su propio carbón para las calderas, disminuyendo así sus costos.

En su vejez, Matías Cousiño dejó en manos de su hijo la mayoría de sus negocios y se dedicó a la política y viajó en un par de ocasiones a Inglaterra para conocer nuevos procedimientos de extracción y trabajo con carbón. Sus últimos días los pasó en la hacienda "La Quinta" en la provincia de Maipo y falleció el 21 de marzo de 1863.