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Norte Chico

El Norte Chico tuvo una evolución demográfica diferente de la del valle central chileno. Allí la población indígena sometida al sistema de encomienda se mantuvo durante todo el siglo XVII como uno de los principales grupos sociales de la región. A diferencia de Chile central, en donde el paso de las huestes a la guerra de Arauco por lo general derivaba en raptos de indígenas para servir en ella, la relativa lejanía del Norte Chico permitió evitar ese problema; por otra parte, las encomiendas tuvieron escasa movilidad, permaneciendo por mucho tiempo como verdaderas propiedades familiares, al tiempo que no había incentivos económicos que sirvieran para atraer inmigrantes españoles o mestizos de otras partes del país.

En las primeras décadas del siglo XVIII la situación varió considerablemente, debido al descubrimiento y puesta en explotación de una serie de yacimientos mineros en todo el territorio. Como consecuencia, la región revirtió el estancamiento demográfico que había mantenido durante todo el siglo XVII y acogió a un numeroso número de inmigrantes mestizos originarios de la zona central del país que buscaban trabajo en las faenas mineras.

El aumento de la población mestiza y blanca se dio en muchos casos a costa de la población indígena, que tendió a la desintegración en cuanto grupo social diferenciado y a asimilarse con el nuevo salariado minero que surgía en la región. A fines del siglo XVIII, los pueblos de indios que quedaban en el Norte Chico se habían reducido a su más mínima expresión, desapareciendo durante las primeras décadas del siglo XIX.