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arte rupestre

Localidades como Taira en el curso alto del Río Loa o las quebradas que rodean al Salar de Atacama, como Puripica y Tulán, presentan las primeras manifestaciones de una tradición rupestre que se extiende por más de cinco milenios. En las cercanías a vertientes o manantiales, terrenos húmedos con abundante forraje y con una particular visibilidad del entorno y de las constelaciones; los habitantes de este amplio territorio utilizaron y renovaron las paredes y rocas desprendidas de los cañones riolíticos con grabados y pinturas, acondicionando espacios con fines ceremoniales.