Subir

El húsar de la muerte (1925)

Después de protagonizar Manuel Rodríguez, una película del director argentino Arturo Mario filmada en 1920, Pedro Sienna decidió emprender uno de sus proyectos más personales: El húsar de la muerte.

Filmada en 1925 bajo el alero de la casa productora "Andes Films", El húsar de la muerte fue dirigida por Pedro Sienna quien, además, escribió el argumento junto a Hugo Silva (1892-1979). La dirección de fotografía estuvo a cargo de uno de los técnicos y camarógrafos de mayor presencia del periodo silente: Gustavo Bussenius, hermano de Gabriela Bussenius (1899-1975), quien es considerada la primera directora de cine de Chile por la película La Agonía de Arauco (1917).

El elenco lo conformaron el mismo Pedro Sienna en el rol de Manuel Rodríguez, Piet Van Ravenstein -que posteriormente dirigió Un viejo amor (1927), película considerada uno de los primeros antecedentes del cine sonoro chileno- en el papel del gobernador Casimiro Marcó del Pont. Además el elenco estuvo compuesto por Clara Werther, María de Hanning, Dolores Anziani, Hugo Silva, Luis Baeza, Octavio Soto, Federico Geimza, Emilia Sierra, Ángel Díaz, Víctor Véjar y el niño Guillermo Barrientos en el papel del recordado personaje "Huacho Pelao".

La película fue exhibida por primera vez el día 21 de noviembre de 1925 en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, pero su estreno comercial se llevó a cabo el día 24 de noviembre en los teatros Brasil, Septiembre, Esmeralda y O'Higgins de Santiago de Chile, transformándose rápidamente en un éxito de taquilla y crítica.

En El Mercurio del día siguiente al estreno se celebró el "triunfo de la Andes Films": "Con las salas completamente llenas hasta en los pasillos, teniendo que cerrar temprano la boletería, se estrenó ayer la primera gran película histórica nacional" ("El húsar de la muerte llena bote a bote los teatros de la firma Valenzuela Basterrica en sus dos secciones". El Mercurio. Santiago, 25 de noviembre de 1925, p. 13).

El húsar de la muerte es una de las pocas películas nacionales del período del cine silente chileno que se conserva en la actualidad, tras haber sufrido varios cambios y procesos de restauración.

En la década del cuarenta, la película fue remontada y exhibida nuevamente con un acompañamiento sonoro. Esta nueva versión suprimió los intertítulos originales del filme, los que fueron sustituidos por los subtítulos sobre la imagen presentes en sus versiones actuales. Además, se añadió un final alternativo que muestra un desfile militar.

En la década del cincuenta, Sergio Bravo, uno de los fundadores del Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, rescató y restauró una copia de la película con la asistencia del propio Pedro Sienna. En esta versión se repusieron los intertítulos originales y se suprimió el final de corte patriótico añadido en los años cuarenta. Al mismo tiempo, se emprendió el trabajo de musicalización de la obra a cargo del compositor Sergio Ortega, quien realizó una composición especial que fue registrada en el Salón de Honor de la Universidad de Chile.

En 1995, la División de Cultura del Ministerio de Educación encargó a Daniel Sandoval una tercera restauración a la que se le quitó la musicalización realizada por Ortega y se la reemplazó por una nueva banda de sonido compuesta por el músico de Inti-Illimani, Horacio Salinas.

En 2009, la Cineteca de la Universidad de Chile emprendió el proyecto de recuperación de la banda de sonido compuesta por Sergio Ortega. El equipo de restauración estuvo compuesto por Pedro Chaskel y Luis Horta.

En el año 1998, el largometraje fue declarado Monumento Histórico.


Cápsula desarrollada en colaboración con la Cineteca de la Universidad de Chile y Cinechile: Enciclopedia del Cine Chileno.