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Los valles transversales de Chile

Fuentes arqueológicas y etnohistóricas señalan que poblaciones de Arica y Pica-Tarapacá fueron anexadas al Collasuyo luego que el Emperador Tupac Inca Yupanqui, durante la segunda mitad del siglo XV lograra el control político de las etnias o confederaciones altiplánicas Lupacas, Pacajes, Carangas y Lípez y, con ello dominio sobre el intenso tráfico de caravanas de llamas que éstas manejaban entre ambas vertientes de los Andes.

En la cuenca del río Loa y el Salar de Atacama, la conquista Inca motivada por las enormes riquezas mineras de la Cordillera del Medio, favoreció la fundación de nuevos centros políticos y la instalación directa de agentes estatales incaicos en aldeas y pucaras locales, quienes impusieron en ciertos lugares, la apropiación exclusiva y parcelación de sectores geográficos acotados, junto con la captura de santuarios o huacas locales, remodelación de rutas preincaicas y la reconstrucción de asentamientos parcialmente abandonados y de espacios productivos destinados a la ganadería, la agricultura y la minería.