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Winétt de Rokha en la revista Multitud

En enero 1939, apareció el primer número de la revista Multitud (1939-1965), revista dirigida por Pablo de Rokha (1894-1968), en la que se publicaron artículos de carácter estético, cultural y político, así como también fue un espacio para la difusión de obras de escritores como Rosamel del Valle (1901-1965), Juan Godoy (1911-1981), Enrique Gómez-Correa (1915-1995) y Teófilo Cid (1914-1964).

En varios números de Multitud se indicó que Winétt de Rokha fue la secretaria de redacción del medio. Sin embargo, la autora también trabajó a cargo de la correspondencia y cumplió un rol como difusora de la publicación: "En cada viaje que tuvo fuera del país llevaba ejemplares de la revista, y es así como hasta en España existen números de Multitud, los cuales en tiempos actuales han cobrado un interés relevante en poetas y escritores" (González Labra, Daniela. "Morfología de la revista Multitud de Pablo de Rokha. Revista del pueblo y alta cultura, el arte como instrumento de lucha social (1939-1963)". En Fernández Díaz, Osvaldo, Gutiérrez Donoso, Patricio y Braulio, Rojas Castro. Selección de Textos del Coloquio Internacional: "Cultura, Sociedad y Disidencia en América Latina: Las Revistas Amauta y Babel". Valparaíso: Facultad de Humanidades, Universidad de Valparaíso, 2013, p. 193).

Si bien este rol como figura de apoyo para la existencia y mantención de la revista es mencionado en algunos estudios sobre la escritora, su colaboración en el medio como autora se ha aludido como un comentario secundario o no se ha dado cuenta de él.

Un primer conjunto de obras con que Winétt de Rokha colaboró en Multitud correspondió a poemas. Algunos de ellos aparecieron en poemarios de la autora, por ejemplo, "Lenin", que se publicó en Multitud en 1939 ya formaba parte del libro Cantoral de 1936. También hay poemas que la autora dio a conocer primero en la revista y luego los recogió en un volumen, como fue el caso de varios de los textos que conformaron Oniromancia (1943): "Planeta sin rumbo", "Húan Li T'ou", "Cadena de verbos", "Araucanía", "El sueño de las algas", "Canción de títeres", "Luna de viento y noche", "Madres contra el fascismo", "Construcción de abril", "Monita de palo" y "Sinfonía del instinto".

Otro grupo de textos corresponde a obras dramáticas breves: "El terror de existir", "Celeste María", "Los Randolph" y "Estrofa de oro". Las dos primeras piezas se habrían estrenado en México y Colombia, respectivamente (Lafuente, Mireya. "Prolegómenos a una gran expresión de América". En De Rokha, Winétt. Suma y destino. Santiago: Multitud, 1951, p. IV). Uno de los escasos comentarios acerca de estas piezas apareció en Multitud, en el artículo "Cien juicios acerca de Winétt de Rokha". En él se mencionó que "'El Terror de Existir' es patético-lírico y de una grandiosidad insólita y cósmica". Respecto a "Celeste María" se indicó que "es toda la lírica revolucionaria irisidente [sic] en su palabra que capta los mejores vocablos, las expresiones más poéticamente plásticas y las ordene conmover el corazón de los lectores que seguimos sus méritos y su carrera con aplauso tendido a sus plantas". Sobre "Los Randolph" se comentó que "es una acabada pieza dramática y real" y se hizo referencia a un cierto desconcierto que causaba en la audiencia y lectores el teatro de Winétt de Rokha: "No debemos desorbitarnos más en decirlo, pues ante su teatro acaso ella nos juzgue ingenuos de entusiasmo frente al mundo, al mundo de ELLA, de SU teatro" (Cenit. "Cien juicios acerca de Winett de Rokha". Multitud. Número 65, marzo de 1944, p. 5-6).

En Multitud, Winétt de Rokha también publicó artículos en los que dio cuenta de su pensamiento político y literario. Así, por ejemplo, en enero de 1943, escribió "Cantos de la América del sur", reseña al libro homónimo de Blanca Luz Brum (1906-1985), escritora y militante de izquierda uruguaya (Belej, Cecilia. "Revolución y escritura: Blanca Luz Brum en las dos orillas del Plata en 1933". Mora. Número 20, 2014, p. 35). El libro fue un motivo que Winétt tomó para realizar un elogio a su par: "Luz Brum recoge el latido continental, amarrada a las corrientes que las tierras vírgenes dan a la mujer criolla para crear sus cantos, y más que para crear sus cantos para ser ella, auténtica y legítima americana de piel pálida, manos finas y gracia Primitiva" (De Rokha, Winétt. "Cantos de la América del Sur". Multitud. Número 3, enero 1939, p. 4). Posteriormente, en mayo de ese mismo año, Winétt de Rokha dedicó un texto más extenso a Cantos de la América del Sur realizando una crítica literaria del libro, el que calificó como "poesía revolucionaria". Para la escritora chilena, esta poesía si bien era nueva en cuanto a técnica, ya podía hallarse la antigüedad en Homero, Horacio y Píndaro. A pesar de ello, la Winétt indicaba que "en este momento de la historia, lo social ocupa el primer plano y agregaremos que es la clase obrera la que representa el más alto tono colectivo" ("De Rokha, Winétt. "Blanca Luz Brum". Multitud. Número 18, 6 mayo 1939, p. 6).

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