Publicada en 1993, Ay mama Inés marca el regreso de Guzmán a la literatura luego de largos años de silencio. El subtítulo de la novela, "crónica testimonial", es una señal del nuevo rumbo que tomó la literatura del autor, ligada ahora plenamente a la novela histórica. Guzmán construye una visión íntima de la conquista española, relatando la entrada de Pedro de Valdivia a Chile junto a Inés de Suárez a través de un narrador-cronista que transita entre la distancia histórica y la subjetividad novelesca. Este ejercicio lo lleva a cabo mostrando la visión interior de distintos personajes, pero poniendo énfasis en la perspectiva de la protagonista, Inés de Suárez. El autor la reivindica como personaje histórico, le da voz y le permite ser un individuo lúcido y consciente de sus acciones. Guzmán toma situaciones y personajes históricos, pero los inserta y perfila en el mundo de la ficción. Es justamente este recurso el que permite apreciar con una nueva mirada los hechos históricos ya conocidos: "Ay mama Inés se desvía de la forma de crónica, al constituirse no como conocimiento objetivo o corrección de un conocimiento anterior, sino como conjetura histórica que se dispone a productivizar esa misma conjeturabilidad" (Cisternas, Cristián. "Ay mama Inés, de Jorge Guzmán, la madre y el deseo como historia". Revista Chilena de Literatura, número 46, abril de 1995, p. 98).

La obra fue galardonada con los premios Municipal de Literatura, Manuel Montt, Academia Chilena de la Lengua y del Consejo del Libro, convirtiéndose así en la novela chilena más premiada del año 1994.