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Eloísa Zurita Arriagada (1875-1941)

Eloísa Zurita Arriagada nació en Antofagasta en 1875, hija de Manuel A. Zurita y Jacoba Arriagada. En 1893, se casó con Adolfo Vergara (1865-1906), obrero constructor y fundador de la Sociedad Filarmónica de Obreros y de la Sociedad Protección e Igualdad de Carpinteros en Antofagasta (López, Osvaldo. Diccionario biográfico obrero. Santiago de Chile: Impr. y Enc. Bellavista, 1912, p. V 15-V 16).

Zurita fue la fundadora de la Sociedad de Obreras, Instrucción y Socorros Mutuos N° 1 de Antofagasta, una de las primeras organizaciones de obreras en el norte del país, cuya fundación data del 14 de enero de 1894 (Carrasco, Ana María. "Remolinos de la pampa. Industria salitrera y movimientos de mujeres (1910-1930)". Estudios atacameños. Número 48, 2014, p. 164-165). En esta asociación desempeñó distintos cargos, entre ellos, el de secretaria y presidenta. En su administración, "consiguió para la Sociedad una propiedad-raíz, un espacioso salón, un mausoleo en el Cementerio, adquisición de útiles y muebles". También, durante su gestión, la sociedad logró contar con un carro fúnebre, que prestó "sus servicios a doce instituciones obreras" (López, p. Z 2).

En 1905, Eloísa Zurita fue agente y corresponsal del periódico La Alborada, dirigido por Carmela Jeria (1886-1966). Zurita apareció mencionada en la publicación desde el primer número, pues se informaba de las actividades de la Sociedad de Obreras, Instrucción y Socorros Mutuos N° 1. A partir del número 4 la autora comenzó a colaborar en la sección recurrente "Desde Antofagasta (Noticias para La Alborada)", en la que informó acerca de acontecimientos generales de la ciudad; noticias del fallecimiento de trabajadores o de accidentes en los que se veían implicados; también dio a conocer proyectos y actividades de organizaciones obreras de la región. Los textos solían ser breves y si bien predominó la entrega de informaciones, hubo espacio para el punto de vista de la autora, especialmente, respecto a las actividades obreras.

Así, por ejemplo, en su segunda entrega, se refirió a un mitin de obreros organizado por la Asociación Demócrata en Antofagasta, convocado con el fin de mostrar apoyo a los trabajadores de Santiago que se habían manifestado en octubre de 1905, en la "Huelga de la carne". En esta protesta, "una amplia coalición de sociedades populares pidió la abolición del impuesto al ganado argentino que encarecía la carne en beneficio de los terratenientes nacionales y en detrimento de los trabajadores" (Grez, Sergio. "Una mirada al movimiento popular: desde dos asonadas callejeras (Santiago, 1888-1905)". Cuadernos de Historia. Número 19, 1999, p. 166). Zurita comentó que asistieron más de 3000 personas al encuentro nortino y entre sus oradores estuvo Luis Emilio Recabarren (1876-1924). Zurita comentó en su artículo que "nos es grato y satisfactorio dejar constancia del hermoso ejemplo de que ha dado pruebas este viril puerto, observando una conducta que le honra, desde el principio hasta el fin del meeting" (Zurita, Eloísa. "Desde Antofagasta (Noticias para La Alborada)". La Alborada. Número 5, segunda quincena de noviembre de 1905, p. 2).

Como colaboradora de La Alborada, fue una de las primeras en llevar una de las agencias del periódico, que con el avance de los meses se extendieron a otras ciudades. En febrero de 1906, comentó lo "honroso" que era para ella su "humilde grano de arena a su labor de proteger por medio de la pluma a la clase proletaria en general" y dio a conocer un listado de más de cincuenta suscriptores con los que contaba la publicación en la agencia antofagastina (Zurita, Eloísa. "Desde Antofagasta (Noticias de La Alborada)". La Alborada. Número 9, quincena de febrero de 1906, p. 4).

Su colaboración en La Alborada tuvo una pausa por unos meses, debido a la muerte de su esposo, Adolfo Vergara, el 9 de mayo de 1906. La Alborada le dedicó el editorial del número 14 del mismo mes. En julio de este año, Zurita retomó su participación en el periódico con un poema dedicado a su marido.

Ya hacia el segundo año de la publicación, Zurita publicó algunos textos de carácter literario y otros artículos en los que destacó iniciativas de mujeres obreras. En relación con estos últimos, en diciembre de 1906, dio a conocer el artículo "Adelante!", en el que elogió la labor de las "compañeras de la capital" que "se abren paso al progreso y al engrandecimiento intelectual de nuestro sexo, derecho oscurecido por los añejos pesimistas, que creyeron y aun creen, que la mujer proletaria, es solo el mueble obligado del hogar, la nodriza encargada de crear vástagos o la esclava dispuesta a obedecer humillándose". Además, hizo un llamado a que "¡Ojalá que en breve, todas las proletarias de Chile reconozcamos el puesto que nos corresponde y cooperemos a la magna obra de las modernas reformadoras que desde las columnas de La Alborada nos inducen a buscar la aurora de nuestro mejoramiento!" (Zurita, Eloísa. "Adelante!". La Alborada. Número 24, 16 de diciembre de 1906, p. 1).

Además de La Alborada, colaboró en otros medios obreros y demócratas, "siendo su tema predilecto la ilustración y la defensa, especialmente, de la mujer obrera". Aparecieron artículos suyos en El Proletario de Tocopilla; en las publicaciones antofagastinas La Luz, La Vanguardia (1906-1907) y La Verdad; y en los medios santiaguinos El Luchador y La Democracia (López, Z 2).

En paralelo a su participación en medios periódicos y su trabajo en la Sociedad de Obreras, Instrucción y Socorros Mutuos N° 1, Zurita fue parte de otras actividades y manifestaciones del mundo obrero. Así, en 1907, participó como delegada en la quinta sesión del Congreso Social Obrero realizado en Concepción y, en 1913, fue parte del Centro Belén de Sárraga de Antofagasta (López, p. Z 3). Los centros Belén de Sárraga que se fundaron en 1913 en Iquique, Antofagasta y "las principales oficinas salitreras" fueron espacios de organización de mujeres que voluntariamente se comprometieron a no tener relación directa ni indirecta con el clericalismo y sus instituciones y que "inscritos en lo que habrá de ser más tarde el feminismo de izquierda, se incorporaron al proceso de lucha social que se desarrollaba en toda la zona del salitre" (Kirkwood, Julieta. Ser política en Chile. Las feministas y los partidos. Santiago: FLACSO, 1986, p. 97).

Eloísa Zurita falleció el 8 de septiembre de 1941.