La colección de Autores chilenos con la que había comenzado Cruz del Sur y el éxito de la colección de Autores argentinos en promover un diálogo entre la cultura latinoamericana y la española llevaron a la editorial en 1946 a ampliar el espectro abarcado, aunque sin el éxito de las otras colecciones.

La colección de Autores bolivianos estuvo a cargo de Mariano Latorre. Allí se proyectaron diferentes volúmenes: Los cronistas, Juan de la Rosa, Escritores costumbristas, Antología poética, Novelistas, Ensayistas y Cuentistas. La colección Autores peruanos, por otro lado, fue dirigida por Ricardo Latcham, quien programó publicar nueve tomos: Flor de cronistas, Los líricos coloniales, El lazarillo de ciegos caminantes, Los viajeros, Los románticos, Los costumbristas, Los cuentistas, Los líricos modernos y Los ensayistas e intérpretes.

Ninguno de los libros de estas dos colecciones se llegó a publicar y la colección de Autores colombianos ni siquiera definió sus títulos. "Tras un éxito inicial en 1942, el entusiasmo de Arturo Soria y sus colaboradores se desborda en 1943, proyectando un ambicioso programa panamericanista de publicaciones que abarcaba la poesía, la novela, la crónica, el costumbrismo, la narrativa breve y el ensayo. Todo ello reunido por países en sus colecciones correspondientes. Sin embargo, las más que probables dificultades económicas, las necesidades de las otras colecciones de la editorial, que habían iniciado su andadura simultáneamente, y la escasa demanda prevista, detectada gracias al sistema de subscripciones, pudieron truncar el proyecto" (Escalona, "Una aproximación al exilio chileno: la editorial Cruz del Sur", El exilio literario español de 1939: actas del Primer Congreso Internacional. (Bellaterra, 27 de noviembre- 1 de diciembre de 1995), p. 373).