A fines de 1858 la tensión política entre conservadores y liberales se acentuaba cada vez más. Los opositores al gobierno de Manuel Montt exigían un profundo cambio en la manera de conducir la administración y demandaban una reforma a la Constitución de 1833. Los liberales contaban con sedes partidarias en las principales ciudades del país y varios medios de prensa a través de los cuales ejercían presión sobre el gobierno.

El 29 de octubre de 1858 Benjamín Vicuña Mackenna fundó La Asamblea Constituyente, publicación explícitamente opositora al gobierno de Manuel Montt. A fines de noviembre dicho periódico programó una reunión abierta para el mes de diciembre, con el fin de establecer las bases de la tan anhelada reforma constitucional y plasmarlas en un documento público. La autoridades, alertadas de la convocatoria, decidieron declarar estado de sitio en las ciudades de Santiago y Valparaíso, medida que incluyó además el cese de la publicación de periódicos y revistas opositores al gobierno. Junto con El Correo Literario fueron censurados El Mercurio, El Ciudadano de Valparaíso, La Asamblea Constituyente y La Actualidad.