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contratación de naturalistas y científicos extranjeros

Una de las primeras medidas tomadas por el gobierno chileno para expandir el conocimiento geográfico fue la contratación de especialistas extranjeros para que realizaran expediciones por Chile y recaudaran información sobre sus particularidades.

En 1823 se contrató por decreto supremo a Juan José Dauxion Lavaysse, quien se encontraba en las provincias de La Plata. Fue convocado por el gobierno chileno para encargarse de la investigación del reino mineral y, con ello, examinar los cultivos, los lugares aptos para establecer industrias, para ubicar a la población, entre otros temas relacionados. Ese mismo año, se encargó al francés Carlos Ambrosio Lozier elaborar un plano topográfico del territorio nacional, misión que fracasó por la falta de instrumentos para una tarea de tal envergadura.

En septiembre de 1830, con la contratación de Claudio Gay para que cumpliese con el encargo de estudiar la Historia Natural del país, se inició formalmente la consolidación de la geografía nacional. Tras él vinieron otras importantes contrataciones, como la de Ignacio Domeyko en 1838 y la de Pedro José Amado Pissis, quien fue contratado en 1848 para dirigir la Comisión Topográfica de Chile y en 1849 para levantar un plano general del país. Gracias a estas labores publicó en 1873 el Plano topográfico de la República de Chile, obra de gran importancia para la fijación de los límites administrativos, por lo que fue nombrado miembro de la comisión de límites entre Chile y Bolivia.

Destacan también las contrataciones de Hans Steffen entre 1892 y 1902, y de Rodulfo Philippi. Éste

último fue contratado por el gobierno en 1853 con la tarea de dictar clases en el Liceo de Valdivia y dirigir el Museo de Historia Natural. Luego, en 1856, le fue encargada la exploración científica del Desierto de Atacama.