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La instalación

Incorporando materiales poco tradicionales en el mundo de las artes visuales de los sesenta y setenta, Matilde Pérez incursionó en la "instalación", con un notable túnel que montó en el Instituto Chileno Norteamericano de cultura.

La obra poseía variantes de movimiento que se accionaban al paso del visitante:

"En el comienzo puse interruptores en el suelo para que se fuera creando el movimiento", recuerda Matilde en una entrevista inédita con la periodista Carmen Cecilia Díaz. Adelantándose a la computación construyó un mecanismo bajo las tablas a partir del cual se accionaban las variantes... "Tenía como treinta variantes y con esa cantidad hay harto rato para tener hartas luces, de arriba, de abajo, de los lados". Pero la innovadora instalación que llamó la atención del público fue desarmada sin autorización de la artista, mientras estaba en Europa, y parte de sus componentes botados a la basura. "Casi me morí", recuerda no se habían dado cuenta que eso era una forma de arte y para mí era una obra bien definitiva" (Díaz, Carmen Cecilia. "Entrevista a Matilde Pérez", s/p, julio 2006).