El libro relata la vida y obra de Valentín Letelier a partir de los recuerdos y estudios realizados por su discípulo Luis Galdames. Trata especialmente los aspectos doctrinarios del pensamiento de Letelier pero los aborda desde su biografía pues, a juicio de Galdames, las doctrinas no se explican suficientemente si se prescinde de los hombres que como tales las conciben y las difunden, ni del medio social en que ellos actúan.

Este capítulo de la obra de Galdames trata de la labor de Letelier en el Consejo de Instrucción Pública, destacando su interés por regularizar y otorgar estabilidad al profesorado. Analiza además la labor de Letelier en la organización del Congreso General de Enseñanza Pública de 1902 y en la creación de las Bases Generales de Reorganización de la Enseñanza Nacional, que otorga especial énfasis en la armonía que debe existir entre la enseñanza humanista y la enseñanza técnica.