Subir

Al-Andalus (1950)

El 26 de marzo de 1945, Egipto, Siria, Líbano, Transjordania, Irak, Arabia Saudita y Yemen del Norte, formaron la organización conocida como Liga Árabe o Liga de Estados Árabes, a fin de coordinar acciones en las áreas de economía, política y apoyo a los procesos independentistas de la región, comercio, comunicaciones, cultura y salud. Este organismo, sirvió como antecedente para la creación, en octubre de 1947 en la ciudad de Santiago, del Comité Central Árabe de Chile, cuyo objetivo fue favorecer la cooperación de la comunidad residente en el país, además de ofrecer una respuesta colectiva a las consecuencias producidas en Palestina durante el proceso de formación del Estado de Israel (Marzuca Butto, Ricardo. "El auge del panarabismo en el mundo árabe y su impacto en las comunidades árabes en Chile". Historia 396. Volumen 10, número 2, 2020, p. 217-219).

El Comité estuvo integrado por 32 delegados nacionales y su directorio fue presidido por Nicolás Yarur, delegado de la Liga Árabe en la Organización de las Naciones Unidas, junto a Alejandro Hales (1923-2001), Benedicto Chuaqui (1895-1970) y el cónsul de la República Árabe Unida en Nicaragua, Constantino Wagüi (1907-1971).

En 1950, se publicó la revista Al-Andalus, órgano cultural del comité, con el propósito de integrar la cultura y las manifestaciones artísticas del Oriente árabe producidas en Chile. El nombre de la revista aludió a la denominación otorgada por los árabes a la Península Ibérica durante la Edad Media. Al-Andalus -haciendo referencia tanto a los procesos de sincretismo cultural entre Oriente y Occidente, como al trato recibido por la colectividad árabe en Europa y América- declaró en su primer número que "no pretende colonizar el pensamiento hispanoamericano", sino "que aspira a ser un verdadero vehículo de inmersión dentro de sus abstrusos dominios, al mismo tiempo que acentuar su interés en el conocimiento de una raza calumniada" ("A modo de entroncamiento". Al-Andalus. Número 1, marzo de 1950, p. 2).

Si bien la revista careció de vocación estrictamente política, compartió con el comité su preocupación ante la disgregación y la poca capacidad de asociación de la colectividad, lo que repercutió en términos políticos, económicos y culturales en su vida como comunidad y su inserción en la sociedad chilena (Estrada, Baldomero. "Asociacionismo árabe en Valparaíso durante el siglo XX. Un mecanismo de integración a la sociedad receptora". Cuadernos de Historia. Número 45, Santiago, diciembre de 2016, p. 143-160).

Al-Andalus fue dirigida por Constantino Wagüi, secretario y encargado de las comunicaciones en castellano del Comité Central Árabe. Carlos de Baraibar (1895-1972), periodista vasco exiliado en Chile, se desempeñó como subdirector, dado su conocimiento del mundo árabe. El comité editor estuvo formado por Mahfúd Massís (1916-1990), poeta, crítico y ensayista chileno de origen palestino y libanés; Michel Mehech, deportista y médico bonaerense de origen sirio; Moisés Mussa (1900-1982), ensayista y pedagogo chileno de origen sirio y Benedicto Chuaqui (López Oliva, Alberto. "La revista chilena "Al-Andalus" (1950): Literatura y pasado en la militancia intelectual hispano-árabe". Anales de Literatura Chilena. Número 38, 2022, p. 359-367).

En cuanto a su contenido, los dos únicos números de la revista estuvieron conformados por editoriales, artículos, ensayos culturales, poemas y trabajos de investigación de diversos escritores e intelectuales.

Entre estos contenidos, se publicó la traducción de la conferencia "Poesía árabe de España y Poesía de Europa medieval" de Évariste Lévi-Provençal (1894-1956), pronunciada en marzo de 1948 (Lévi-Provençal, Évariste. "Poesía árabe de España y Poesía de Europa medieval". Al-Andalus. Año I, número 2, abril-mayo de 1950, p. 3-4). También, se pudo leer el capítulo "Influencias del idioma árabe en el español", extraído del libro España en su historia (1948), de Américo Castro (1885-1972) (Castro, Américo. "Influencias del idioma árabe en el español". Al-Andalus. Año I, Número 2, abril-mayo de 1950, p. 10-11).

El Oriente árabe se vio representado en contribuciones como "Los fundadores del Imperio árabe" o "La situación del cristianismo en el Oriente Medio", que fueron algunos de los artículos que tuvieron como objetivo dar a conocer la historia de la civilización árabe-islámica en Chile desde su época clásica a la actualidad, incluyendo entre otros tópicos, el desarrollo económico del Líbano o la situación de las mujeres árabes en la vida internacional.

Siguiendo la línea de las traducciones, se dio a conocer un capítulo del libro Moeurs et Coutumes des Fellas (1938), de Henry Habib Ayrout (1907-1969), sobre el fellah egipcio -término que denominaba a los campesinos arrendatarios de tierras y que luego fue utilizado como concepto diferenciador entre árabes egipcios y de la península arábiga-, y una reseña aparecida en la prensa egipcia sobre la obra de Taha Hussein (1889-1973).

La sección literaria de la revista se inclinó hacia la difusión de poesía. Así, Benedicto Chuaqui y Mahfud Massís publicaron poemas, además del brasileño de origen árabe, quien durante un tiempo residió en Santiago, Assis Feres (1912-1978), que dio a conocer el texto "Lo absoluto". De entre los denominados "poetas jóvenes de Chile" figuraron los poemas "Nocturno del volantín", de Whady Barrientos (1922-1950) -a quien se homenajeó tras su muerte repentina a los 28 años de edad-, y "El Condenado", de Gonzalo Rojas (1916-2011).

En cuanto a las colaboraciones en prosa, se publicó el extracto de la novela El holandés volador (1948) de Ernesto Silva Román (1897-1977), uno de los precursores de la ciencia ficción en Chile, y el relato que Justino Cornejo (1904-1988) dedicó a Lorenzo Carreras. El operista y poeta Víctor Lohental también envió a la revista un extenso ensayo sobre el arte moderno, y el compositor Eduardo Maturana (1920-2003) escribió sobre "César Augusto Franck y su época". En el caso de Javier Rengifo (1879-1958), editor del célebre "Vals de amor", figura una entrevista para uno de los colaboradores de Al-Andalus.

A todo ello se sumaron textos editoriales de carácter misceláneo, acerca de los premios literarios franceses, la Era Mesozoica o Rockefeller.

En el ámbito artístico, la pintora Lukó de Rokha (1923-2008), hija de Pablo de Rokha (1894-1968) y Winétt de Rokha (1892-1951), puso a disposición de los editores sus pinturas para las portadas de la revista.


Cápsula desarrollada en colaboración con el Grupo de Investigación Estudios Árabes Contemporáneos de la Universidad de Granada, España, publicada durante diciembre de 2023.