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Fuentes documentales recopiladas por José Toribio Medina

La Biblioteca Americana José Toribio Medina

La Biblioteca Americana reúne todo el material recopilado por José Toribio Medina durante sus prolongadas estancias en América y Europa, donde el erudito visitó archivos y bibliotecas, reuniendo una valiosa y abundante documentación inédita.

Este destacado bibliófilo e investigador, recopiló las fuentes documentales que permitieron el desarrollo de la historiografía colonial chilena e hispanoamericana, a partir de las dos últimas décadas del siglo XIX. Esta colección se compone de 8.431 títulos y es material de consulta indispensable para cualquier estudioso del período colonial americano. La búsqueda de Medina comprendió todo el espacio geográfico colonizado por España desde el siglo XVI; y aunque las temáticas que recoge son variadas, es evidente su especial interés por la literatura, la imprenta y el Tribunal del Santo Oficio.

La prolija compilación realizada por Medina comenzó en 1875 en Lima, cuando fue designado secretario de la Legación Chilena en Perú. En la capital peruana entró en contacto con los antiguos registros de la administración virreinal, depositados en la Biblioteca Nacional del Perú. Ya clara su vocación y antes de regresar a Chile en 1877, visitó Estados Unidos, Francia, España y Gran Bretaña, donde se familiarizó con las más avanzadas técnicas para la organización de bibliotecas y la conservación de documentos antiguos.

De regreso en Chile publicó algunos de sus hallazgos y, por encargo del gobierno, formó el archivo histórico Capitanía General que contiene el registro del gobierno colonial en Chile durante el siglo XVIII, hasta entonces abandonado en las bodegas del Ministerio del Interior. En 1884, una nueva designación diplomática en Madrid le permitió recorrer detenidamente los archivos y bibliotecas de España. En el Archivo de Indias de Sevilla encontró antecedentes inéditos y muy valiosos para la historia colonial chilena y americana, los que transcribió y puso a disposición de los intelectuales motivados en profundizar el conocimiento del pasado de las jóvenes repúblicas.

De vuelta en Chile, en 1892, su abierta simpatía por el derrotado Presidente José Manuel Balmaceda, lo privó del apoyo que hasta entonces le había prestado el Estado para solventar su labor. Esta situación lo llevó a aceptar la invitación del director del Museo de La Plata para radicarse durante tres años en Argentina, donde profundizó sus investigaciones sobre la imprenta colonial.

Sus últimos viajes por Europa y América los efectuó en 1902 y 1912, comisionado por el gobierno de Chile. En estas visitas aprovechó la experiencia y los contactos de sus viajes anteriores y logró obtener las piezas que faltaban para completar su valiosa colección.

En 1925, esta colección fue donada a la Biblioteca Nacional, donde actualmente se encuentra a disposición del público en la Sala José Toribio Medina y forma parte del patrimonio cultural de la Nación.

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