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Pomaire

En la Región Metropolitana, a 60 kilómetros al oeste de Santiago, se ubica el poblado de Pomaire, pueblo alfarero por excelencia. Este centro cerámico se ha desarrollado como polo de atracción turística gracias a su cercanía con la capital y al inigualable valor de sus producciones en greda. Las cerámicas de Pomaire se distinguen por su color rojo y por el brillo de su superficie.

En la actualidad, casi todos los habitantes de Pomaire viven de la alfarería y del comercio de sus cerámicas, pero el origen de esta tradición alfarera es anterior incluso a la llegada de los españoles. Se ha mantenido en el tiempo gracias a la habilidad de sus habitantes para trabajar la greda y debido a la existencia de buenas minas de arcilla, situadas en las cercanías del poblado. A pesar de la continuidad de esta tradición, con el tiempo se han producido modificaciones en el proceso original de elaboración de las piezas. Por ejemplo, se introdujo el torno alfarero y se reemplazó la pira de cocción por el hornillo de leña, que optimiza la aislación. Por otro lado, se han producido cambios en las morfologías originales. A la tradicional confección de ollas, cántaros y jarros, todos los utensilios para la preparación y conservación de alimentos, hoy se integran piezas ornamentales, como las miniaturas de herramientas domésticas y algunos trabajos de marcadas formas zoológicas. Muy conocidos son los chanchitos de tres patas para la suerte.