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radioteatros

El vínculo indisoluble entre la radio y la imaginación significó la formación de un género particularmente relevante: el radioteatro. El primero transmitido en Chile, desde la desaparecida radio Universo el año 1932, fue la pieza "La Enemiga", de Darío Nicomedi, con las voces principales de Maruja Cifuentes y Carlos Justiniano. Este género se transformó en un programa de mediodía y principalmente dirigido al público femenino.

La transmisión del drama y la comedia desde el dial fue una de las principales actividades radiales durante las décadas de 1940, 1950 y 1960, para entrar en decadencia hasta su casi definitiva extinción en los años setenta. Fue, además, una importante fuente laboral para actores y humoristas. Hasta mediados del siglo XX, la orientación se dio principalmente hacia la radiación de obras teatrales, intentando difundir teatro de calidad a través del medio. Destacó en este sentido, durante la década de 1950, el radioteatro "Escenario en el aire", transmitido por radio Cooperativa Vitalicia.

Sin embargo, con el tiempo, el género mutó a la representación de comedias. Fue bajo ese estilo cuando surgieron los más conocidos y recordados programas. Clásicos en este sentido fueron: "Hogar dulce hogar", creado por Eduardo de Calixto, en que las aventuras y desventuras de la pensión de don Celedonio se transmitieron por más de cuarenta años; "Residencial La Pichanga", conducido por Pepe Harold y Octavio Sufán; "La Bandita de Firulete", protagonizada por el humorista Jorge Romero; "El Espejito", donde el drama romántico era el protagonista; y "Radiotanda", protagonizada por una de las principales actrices de mediados de siglo como lo fue Anita González, "La Desideria". En otra línea destacaron "Lo que cuenta el viento" y "El doctor Mortis", ambos emblemáticos radioteatros de terror.

Con la transformación de las radios en "tocadiscos" y la paulatina desaparición de los números transmitidos en vivo y en directo, además de la importancia definitiva que asumió la televisión desde la década de 1960, el radioteatro entró en franca decadencia desde 1970. Sin embargo han habido intentos para su recuperación desde fines de la década de 1980, intentando revalorar este interesante género radial en que confluía el teatro, el humor, la contingencia política y la música.