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Eulogio Robles Rodríguez (1872-1947)

Eulogio Robles Rodríguez fue un abogado y profesor que se desempeñó haciendo clases en los liceos de Chillán y Temuco de manera paralela a su trabajo en el ámbito legal. En enero de 1901, fue nombrado Juez de Letras de Imperial. Posteriormente, se desempeñó como Juez de Letras en la Serena y, en 1921, fue nombrado Ministro de la Corte de Apelaciones de esta ciudad. Desde 1932 hasta su fallecimiento en 1947 trabajó como Ministro de la Corte Suprema (36a Sesión del Congreso. 10 septiembre 1947, p. 1883).

Robles, que trabajó como Protector de Indígenas -cargo también conocido por el nombre de "Protector de Indios"- entre 1900 y 1912 en Cautín, fue responsable de la aplicación del proceso de radicación indígena desde el ámbito legal. Los Protectores, por una parte, "ejercían funciones de jueces mediadores (partidores) en pleitos entablados entre comuneros, y por otra, elevaban las quejas y denuncias de los indígenas ante los tribunales correspondientes, a la vez que se especializaban en la defensa e interpretación de las leyes especiales sobre indígenas" (Montecinos, Cristóbal. Eulojio Robles Rodríguez, protector de indígenas de Cautín: pleitos por restitución de tierras de mapuches (1900-1930). Tesis para optar al grado de Magíster en Historia con mención en Historia de América, 2011, p. 11-12). Esta institución jurídico-administrativa fue creada por la Ley de Radicación de 1866, aunque su implementación práctica se inició en 1894 (Pavez, Jorge; Payàs, Gertrudis y Ulloa, Fernando. "Los intérpretes mapuches y el Protectorado de Indígenas (1880-1930): constitución jurídica de la propiedad, traducción y castellanización del Ngulumapu". Boletín de Filología. Volumen 55. Número 1, junio 2020, p. 164).

Como Protector de Indígenas en Cautín, Robles ha sido considerado como "uno de los abogados más importantes" en ocupar este cargo, en el cual "se dedicó no solo a la acción jurídica sino también a la etnografía del pueblo mapuche, y desarrolló múltiples y profundas relaciones con sus representantes políticos, religiosos y lingüísticos. Durante sus doce años en el cargo, interactuó con miles de mapuche y los defendió en cientos de juicios para la restitución de sus tierras" (Pavez, Payàs y Ulloa, p. 177-178).

En paralelo a su rol como Protector de Indígenas, publicó una serie de trabajos sobre la cultura del pueblo mapuche. Estos se orientaron, especialmente, a descripciones de celebraciones sagradas. El primero de ellos fue Costumbres y creencias araucanas: entierro de Huilío Lienan, texto sobre el entierro del lonco de Temuco Huilío Lienan. Posteriormente, como miembro de la Sociedad de Folklore Chileno, prosiguió la publicación de la serie en las páginas de la Revista de Folklore Chileno, continuando con: Funerales de mujeres (1910); Guillatunes (1910); Ñeicurehuen. Baile de machis (1911); Machiluhun. Iniciación de Machis (1912); Travun. Una reunión pública (1912); y El juego de chueca (palin) (1914). En el año 1940, también apareció Costumbres y creencias araucanas: el Brujo Traipi, texto sobre el cacique Patricio Traipi que se publicó en los Anales de la Universidad de Chile (Pavez, Jorge. "Etnografía y traducción en el laboratorio lingüístico de Rodolfo Lenz". CUHSO. Volumen 26. Número 1. 2016, p. 19-20).

La mayoría de estos trabajos fueron entregados a Rodolfo Lenz (1863-1938) para su revisión y publicación, quien era el presidente de la Sociedad de Folklore Chileno y un intelectual de referencia respecto a los estudios araucanos. Para estos textos, Robles consiguió el "apoyo de varios jóvenes mapuche, bilingües y alfabetizados, los que menciona como ayudantes de sus investigaciones" (Pavez, p. 19-20).

Respecto a la metodología de trabajo de Robles, en la nota al pie número 1 de Costumbres y creencias araucanas: Guillatunes, Rodolfo Lenz comentó: "El señor Robles intencionalmente no toma en cuenta las noticias dadas por los cronistas y por los autores modernos acerca de las creencias y ceremonias mapuches (sic), porque quiere presentar las ceremonias modernas tal como él las ha presenciado" (Lenz, Rodolfo. En Robles Rodríguez, Eulogio. Costumbres y creencias araucanas: Guillatunes. Santiago: Cervantes, 1911, p. 223).

En una carta que Robles envió a Lenz tras la publicación de Costumbres y creencias araucanas: Travun. Una reunión pública, reapareció esta idea de que en su trabajo prefería evitar la influencia de otros investigadores. En este sentido, Robles defendió la actualidad de sus descripciones y las diferenció del trabajo de Tomás Guevara (1865-1935), el que criticaba por presentar una imagen del pueblo mapuche preservada del contacto con otros grupos sociales: "Nos presenta a los indios aislados sin sus múltiples relaciones con los civilizados (…). Tuvo que resultar de esto, y resultó efectivamente, una imagen deformada. No son los indios araucanos los que pinta ese caballero" (Robles, Eulogio, citado en Pavez, Jorge. "Etnografía y traducción en el laboratorio lingüístico de Rodolfo Lenz". CUHSO. Volumen 26. Número 1. 2016, p. 21). Hasta esta fecha, Guevara había publicado Costumbres judiciales y enseñanza de los Araucanos (1904), Psicología del pueblo araucano (1908) y Folklore araucano (1911).