A partir del año 1914, Armando Donoso se desempeñó como director literario de Zig-Zag (1905-1964), pero su participación en la revista comenzó en el año 1910, cuando, como redactor, publicó artículos y ensayos sobre literatura chilena y europea de manera regular, al menos hasta el año 1918.

Posteriormente, sus colaboraciones tuvieron una menor frecuencia. Según Guillermo Feliú Cruz, tras una pausa de alrededor de dos años, Donoso volvió temporalmente a la redacción de Zig-Zag el año 1921, luego en 1923, para aparecer otra vez en el periodo entre 1926 y 1929: "El último artículo creemos que fue el consagrado a Armando Ulloa, publicado el 26 de enero de 1929" (Armando Donoso y su tiempo. Vida y obra de un crítico literario. Santiago: Nascimento, 1969, p. 37).

Además de textos sobre literatura, Donoso realizó a pedido de Zig-Zag un conjunto de entrevistas al presidente Arturo Alessandri Palma (1868-1950) que unos años más tarde conformaron los libros El alma de Alessandri (1925) y Conversaciones con don Arturo Alessandri: anotaciones para una biografía (1934).

Durante la década de 1910, la producción de artículos y ensayos del autor de Los nuevos (1912) fue prolífica; colaboró además con revistas como Pacífico Magazine (1913-1921), donde publicó un conjunto de artículos sobre personajes de la historia literaria y política de Chile encabezados por el título "Recuerdos de cincuenta años", la Revista Contemporánea, fundada por Pedro Prado (1886-1952), donde realizó reseñas de libros, publicadas en los números 4 y 5, correspondientes a febrero y marzo del año 1911. Asimismo, durante ese mismo año, publicó un artículo sobre la novela Ocaso de Nathanael Yáñez Silva (1884-1965) en el octavo número de Selecta (1909-1912). Un segundo artículo de su autoría, dedicado al poeta cubano José María Heredia, apareció en el décimo número de la revista, en enero de 1912.

Participó en Pluma y lápiz (1912), publicación que, bajo la dirección de Fernando Santiván (1886-1973), retomó el título y el espíritu de la revista de Marcial Cabrera Guerra. En esta se hizo cargo de la sección "Al margen de los libros", dándole "un marcado afán renovador, manifestándose ardiente partidario de la escuela modernista" (Feliú Cruz, p. 36).

Por su relación con el grupo Los Diez, se involucró además en la revista homónima, participando con textos de crítica literaria, notas y comentarios de libros. Destaca entre estos el artículo "Los grandes líricos alemanes contemporáneos", que encabezó una pequeña selección de poesía traducida por Wilhelm Kelper, Enrique Diez Canedo, Guillermo Valencia y el propio Armando Donoso.

Gracias a su amistad con Enrique Matta Vial (1868-1922), quien lo alentó a tomar el camino de las investigaciones históricas, publicó textos en la Revista Chilena de Historia y Geografía y la Revista Chilena (1917-1930).

En la década de 1920 participó en la revista Atenea de la Universidad de Concepción, donde publicó, entre otros, un artículo dedicado al escultor Tótila Albert (1892-1967) y los ensayos "Hurtado y Arias, historiador y crítico", "Simples conversaciones con Ortega y Gasset" y el dedicado a la obra poética de Carlos Pezoa Véliz (1879-1908), en el año 1927.